Los máximos directivos de las terminales automotrices argentinas están esperando el día después de las elecciones para sentarse con el Gobierno a conversar un plan de acción. Hace más de un año que vienen reclamando (y en parte lo han conseguido), una baja de impuestos que los haga más competitivos frente a sus vecinos de Brasil y México, donde fabricar vehículos es más barato. Pero ahora, más que con los países vecinos, los fabricantes locales están atentos al creciente ingreso de vehículos provenientes de China, a precios contra los que no pueden competir, según admitieron.
“Argentina está entre los 30 países del mundo que fabrican más de 500.000 vehículos por año, pero no se tiene que quedar. Es algo en lo que tienen que involucrarse todos los actores de la cadena de valor, incluido el Gobierno”, dijo el titular de Stellantis Argentina y de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), Martín Zuppi. “La necesitad que tenemos de inversión y de proyectar una nueva tecnología nos va permitir sostener esta industria otros 70 años más, pero si no lo logramos claramente las otras industrias en el mundo nos van a superar muchísimo en desarrollo de productos”, dijo el ejecutivo.
Zuppi fue uno de los cinco directivos que participó del panel “Futuro de la movilidad y de la industria automotriz en la Argentina”, en el encuentro Foro Internacional Automotriz Córdoba (FIAC), que se desarrolló este jueves en la capital provincial. Del panel también participaron los presidentes otras cuatro filiales automotrices: Marcellus Puig (Volkswagen), Ricardo Cardozo (Iveco), Pablo Sibilla (Renault) y Daniel Herrero (Prestige Auto).
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